Para que salgan con el título de auxiliar de peluquería, con un oficio, pero sobre todo, para que salgan del bucle de delito y castigo. Para facilitar su reinserción, si es que alguna vez estuvieron insertadas. La mayoría de las mujeres que entran en prisión vienen de otra prisión: la violencia, los abusos, la droga, la familia, la pareja, la necesidad, el difícil acceso a los estudios y a la cultura, la pobreza, la mala suerte. A veces, vienen de todas. Todos los datos sobre las mujeres privadas de libertad aquí.
Hemos liado a Marco Aldany para montar un centro de formación en peluquería profesional dentro de la prisión de Estremera y formar a un grupo de doce mujeres.
El objetivo del curso es transformarlas en peluqueras.
Desenredo es una invitación a desenredar la vida (que las llevó a delinquir).
De momento es un piloto. Un experimento. Si funciona, la idea es exportarlo a todas las prisiones en las que haya mujeres. Desenredo es también una iniciativa para romper las creencias y los estereotipos de las mujeres privadas de libertad.